Mujeres valientes de las cuencas mineras
Eloina y Sofía denuncian cómo la industria del carbón ha destruido su entorno.
“Nadie pensó en alternativas, el carbón sería eterno”, explica Eloina Camiña, activista contra la minería a cielo abierto en la comarca de Laciana (León). “Destrucción del hábitat, contaminación de las aguas, caciquismo, conflictos sociales y una larga lista de desgracias entre los habitantes que tan unidos habían estado en tiempos de abundancia. Abundancia que se esfumó dejando un valle destrozado ecológica, social y económicamente”.
Su desgarrador testimonio llegó hasta el Parlamento Europeo, donde viajaron con Greenpeace para exponer la necesidad de alternativas al carbón (principal causante del cambio climático) durante la celebración del debate en Estrasburgo sobre la Directiva de Renovables, que concluyó con la decisión de que, para 2030, al menos el 35% del consumo total de energía en la UE proceda de fuentes renovables. De esta forma, Europa dejaba claro el camino que quiere seguir, y que en él no hay cabida para el carbón.
Como apuntan muchos expertos, se trata de “la crónica de una muerte anunciada” ya que el 31 de diciembre de este año expira el plazo para que las minas no rentables devuelvan las ayudas o cierren y esto, en el contexto de una industria agonizante, abarca todas las explotaciones. A pesar de la oposición de ciertos sectores sindicales y de determinados gobiernos locales y autonómicos, muchos habitantes de las cuencas, como Eloina y Sofía, demandan soluciones para las regiones mineras más allá del carbón.
En esta línea se expresaba Sofía Serrano (Alcañiz, Teruel). “Para quienes ven el fin del carbón como la muerte de Teruel, les diré que no lo es. Tenemos ante nosotros una oportunidad, no un lastre”, explicaba ante los eurodiputados. “Somos mucho más que carbón, poseemos mucha más riqueza y valor de la que nos quieren hacer creer, y únicamente trabajando juntos por el futuro de nuestro territorio podremos salir adelante”. Sofía cuenta con un máster Universitario en Medio Ambiente: Dimensiones humanas y socioeconómicas y su trabajo de final de máster se titulaba: “Un modelo alternativo de desarrollo para la cuenca minera de Teruel”.
“Me atrevo a decir en voz alta y sin miedo que no quiero más carbón”, denuncia Camiña. “Queda mucho por hacer tras los gravísimos daños a todos los niveles que ha dejado. Pero hay que mirar al futuro con esperanza y unirnos para valorar, defender, cuidar y saber enseñar nuestro increíble entorno natural. Todo un sueño”, concluye.
Texto: Marta San Román Fotos: © Greenpeace / Tatiana Nuño