Buenas noticias para los bosques

El año empezó con importantes victorias para los bosques llegadas de dos extremos del mundo: Rusia y Argentina. Ambos casos han sido campañas en las que Greenpeace ha trabajado intensamente para proteger zonas de altísimo valor ecológico que ahora, por fin, han dejado de estar en peligro.

Activista de Greenpeace protesta contra el desmonte de bosques en la granja Cuchuy, ubicada al norte de Salta, a 70 kilómetros de la ciudad de Tartagal © Nicolas Villalobos / Greenpeace

La primera buena noticia fue la creación de uno de los mayores Parques Nacionales de Europa en Ladoga, entre Finlandia y Rusia. 122.000 hectáreas de islotes rocosos cubiertos de pequeños bosques en un área natural única fueron protegidas tras 27 años de lucha para salvaguardar este valioso entorno, hogar de numerosas especies incluidas en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), entre las que destacan las focas de agua dulce.

Además de en la protección legal, Greenpeace también ha trabajado con la industria maderera de la zona para acabar con la tala ilegal y combatir los incendios. Cada año desde 2008, ha llevado a cabo labores de extinción de fuegos junto con bomberos forestales voluntarios, en total más de 80.

Uno de los puntos de inflexión de todos estos años de campaña fue cuando en 2016 varias empresas, incluida la petrolera estatal Rosneft -la mayor del mundo-, presionaron para que se excluyeran valiosas tierras del Parque Nacional, pero 40.000 personas, 40 científicos y 19 organizaciones consiguieron que las fronteras del futuro Parque permanecieran sin cambios. Además, gracias a los años de trabajo y de investigación de Greenpeace Rusia se logró la inclusión de valiosos territorios en los límites del Parque.

Menos de un mes después del anuncio del Gobierno ruso, llegó la siguiente buena noticia cuando una orden judicial puso fin al desmonte de los bosques de Salta, al norte de Argentina, donde se violaba impunemente la ley forestal del país en un entramado de idas y venidas en las que Greenpeace llevó a cabo varias acciones de paralización de las máquinas topadoras. La justicia declaró ilegales los permisos para talar casi 150.000 hectáreas en una zona con amplia presencia de comunidades indígenas, que tienen en el bosque su hogar y su modo de vida y sustento. 

Estas victorias, el establecimiento del Parque Nacional de Islotes de Ladoga y la paralización de la destrucción del monte en Salta, han sido posible solo gracias a las personas que ayudan y apoyan a Greenpeace. Han sido posibles gracias a ti.

Texto: Marta San Román   Fotos: © Nicolas Villalobos / Greenpeace