Europa marca el camino

Francia prohíbe los vuelos domésticos en los trayectos que puedan realizarse en tren en menos de dos horas y media

Tren InterCityExpress aproximándose a la estación central de Berlín © Paul Langrock / Greenpeace

Francia ha dado un paso importante para reducir las emisiones del transporte aéreo al prohibir los vuelos domésticos en los trayectos que puedan realizarse en tren en menos de dos horas y media. La medida está recogida en la Ley del Clima y la Resiliencia que entrará en vigor a finales de marzo de 2022.

El objetivo es reducir las emisiones de carbono en un 40% de aquí a 2030, pero para Greenpeace y otras organizaciones ecologistas la legislación debería ser aún más ambiciosa. La Convención Ciudadana por el Clima había exigido suprimir los vuelos domésticos en caso de existir alternativas de menos de cuatro horas en tren.

Si la medida aprobada en Francia se aplicara en España, se reemplazarían conexiones aéreas como Madrid-Sevilla, Madrid-Valencia y la más frecuente, Madrid-Barcelona.

Hacia una red ferroviaria europea

Alemania también avanza para que el tren sea el principal medio de transporte en los desplazamientos internos. El operador ferroviario Deutsche Bahn y las compañías aéreas han acordado traspasar el 20% de los vuelos domésticos –más de cuatro millones de pasajeros– al tren.

Además, el Gobierno proyecta resucitar la mítica red Trans Europe Express con trenes de alta velocidad. Se espera que la nueva TEE 2.0 conecte al menos cuatro países gracias a la colaboración entre sus respectivos operadores ferroviarios.

España no debería quedarse al margen. Por eso, pedimos a Renfe que se implique en esta iniciativa decisiva para la movilidad sostenible.

Vuelven los trenes nocturnos

En la década de 2010, la alta velocidad y los vuelos de bajo coste acabaron con los servicios ferroviarios nocturnos. Pero en 2018 resurgieron como alternativa de movilidad gracias a la gran repercusión social del debate sobre el cambio climático y el auge del movimiento sueco Flygskam o “vergüenza de volar”.

Haciéndose eco de ese aumento de la concienciación ambiental en su país, el operador privado Snälltaget ha anunciado la creación de un servicio nocturno que une Estocolmo con Malmö, Copenhague, Hamburgo y Berlín. Mientras, operadores públicos como la austriaca ÖBB están liderando la recuperación de sus trenes nocturnos, llegando hasta Bruselas, Ámsterdam o Roma.

Estas tendencias son reconfortantes. No solo porque el tren es un medio de transporte más sostenible, también porque recuperamos una forma de viajar más centrada en disfrutar del camino.

Texto: Graciela Rodríguez, periodista   Fotos: Paul Langrock / Greenpeace