Greenpeace también #hablaRural

Visibilizamos con la campaña Habla Rural, cómo la emergencia climática pasa por mantener un espacio rural vivo

#hablarural Pablo Blázquez

España se ha convertido en pocas décadas en una sociedad urbanocéntrica. Cerca del 80% de la población vive en ciudades, donde se toman las decisiones generales, se consume la mayor parte de los recursos y se genera la cultura dominante. Pero toda esa población no podría sobrevivir sin la labor ingente del medio rural que proporciona, entre otras muchas cosas, alimento, agua y aire limpio. Mientras no asimilemos que campo y ciudad somos interdependientes y ecodependientes, no podremos construir una sociedad viva y fuerte capaz de afrontar los retos del futuro. Entre ellos, la emergencia climática.

Desde los años 60, el éxodo rural ha generado un consecuente abandono del cuidado del campo. Antiguas zonas de pasto o cultivo se han llenado de matorral que, en plena emergencia climática, con más calor y menos lluvia, se ha convertido en material seco e inflamable. Por otro lado, el medio rural ha perdido a sus habitantes pero han proliferado los grandes agronegocios de manera que, por ejemplo, el 90% de las pequeñas explotaciones ganaderas ha desaparecido, pero se ha triplicado el número de animales, bajo un modelo de explotación industrial que está contaminando tierra, agua y aire.

Así las cosas, si el medio rural sigue abandonado a su suerte, será incapaz de hacer frente a la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad. O dicho de otra manera: todos seremos incapaces de hacerlo.

Coincidiendo con la celebración del Día del Orgullo Rural, Greenpeace lanzaba este 16 de noviembre su campaña #hablaRural para sumar su voz a las que, desde todos los rincones del país, ya están pidiendo una España rural más viva y fuerte. Con presente y con futuro. La campaña, que irá desarrollándose en los próximos meses, se resume en estas cuatro patas, las mismas de una silla rústica (símbolo de la campaña), como las que, durante décadas, han facilitado el diálogo en las zonas rurales de nuestro país:

  • Fortalecimiento del medio rural para combatir la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad. Han de destinarse recursos económicos al acceso a los servicios esenciales, la creación de empleo y la calidad de vida en el medio rural, para generar comunidades resilientes con capacidad de actuación.
  • Equilibrio del medio rural con el mundo urbano. Existe enorme ignorancia y estereotipación sobre el medio rural. Por eso, se han de promover campañas de conocimiento y también canales de comercialización que faciliten a la ciudadanía el consumo de productos sostenibles de nuestros pueblos.
  • Sostenibilidad. Se ha de aumentar la financiación de actividades sostenibles del medio rural, incentivando las que fijen población, y se han de recuperar/fortalecer conocimientos y buenas prácticas de su población, frente a las falsas soluciones que expulsan a las personas de sus territorios y deterioran el medioambiente.
  • Diversidad e inclusión. Han de fomentarse políticas específicas que aseguren la integración, de forma justa y efectiva, de mujeres rurales, población migrante, minorías étnicas y colectivo LGTBIQ+, visibilizando su contribución y favoreciendo oportunidades dignas que les permitan quedarse en los pueblos.

Texto: Greenpeace