Un caso de SLAPP en la campiña gallega

El gigante cárnico Coren cometió el error de intentar acallar a Manuel, un pequeño agricultor que denunció la contaminación de la empresa.

Detrás de las siglas de SLAPP se esconde una sibilina estrategia para acallar voces críticas a través de elevadas demandas judiciales, que pretenden intimidar o ahogar económicamente a quien critica a alguna empresa o persona poderosa. Este es el caso de Manuel García, un pequeño agricultor ecológico de la comarca de A Limia, en Ourense. Manuel se atrevió a denunciar públicamente las prácticas de Coren, un gigante cárnico que controla una de las cabañas ganaderas más grandes del país. Tal es la cantidad de animales, que los residuos que provocan equivalen a los de una ciudad de un millón y medio de habitantes. Buena parte de los excrementos y desechos se vierten incontroladamente en campos y de ahí se filtran a los ríos de la zona, hasta el punto, que buena parte de los acuíferos tienen niveles de nitratos por encima o cerca de lo que permite la ley.    

UN CASO DE PELÍCULA

Como en una película de Hollywood, Manuel recibió un burofax con un aviso de apertura de acciones judiciales por un importe de un millón de euros si no se retractaba de sus denuncias, que ya habían llegado a algunos medios. Tras este episodio y el apoyo público de organizaciones como Greenpeace, Coren puso en marcha su maquinaria para tratar de silenciar a los medios de comunicación y acercarse a Manuel para tratar de “cerrar” el caso y no levantar más polvareda. A Coren le ha salido mal su operación, pero la práctica de las SLAPP (Strategic Litigation Against Public Participation, litigio estratégico contra la participación pública, por sus siglas en inglés) sigue adelante, y no solo en el cine.

MANUEL GARCÍA Agricultor ecológico


“ESTE MODELO DE GANADERÍA INDUSTRIAL NOS AHOGA” Manuel es consciente de que se enfrentaba a una empresa mucho más poderosa y grande que él, pero la situación de contaminación estaba llegando ya a un límite insostenible. Lo importante es que el problema se solucione de raíz y no se lleve a otro sitio para ocultarlo.

Texto: Conrado García del Vado