ECOEMBES MIENTE

Cuando pagas por un producto con un punto verde, pagas para que Ecoembes lo recupere y recicle. Sin embargo, de todos los envases de plástico que llegan al contenedor amarillo, apenas recuperan y reciclan la cuarta parte.

 ECOEMBES MIENTE

En pleno agravamiento del plástico de “usar y tirar” por la Covid-19, Greenpeace ha querido desenmascarar a esta entidad, “sinónimo de lucro”, que lleva casi dos décadas engañando a la sociedad española, mientras contamina el medioambiente.

El pasado 20 de octubre, Greenpeace hacía público su informe “Ecoembes miente: desmontando los engaños de la gestión de residuos de envases domésticos” para, entre otras cosas, explicar quién es Ecoembes y destapar sus cuestionables prácticas:

Ecoembes es un monopolio formado por las propias marcas generadoras de la avalancha plástica (Coca-Cola, Nestlé, P&G…etc) que, a través de esta entidad pantalla, pretenden limpiar su imagen pública, pero sin cortar el ritmo de la producción, ni generar sistemas más limpios como el de envases reutilizables. Ecoembes no es, por tanto, una organización medioambiental, como parecen contar en sus campañas de greenwashing. Y tampoco una entidad sin ánimo de lucro: en los últimos 18 años, han multiplicado por cinco sus ingresos que, solo en 2018, ascendían a 578 millones de euros.


Vertederos
Según el MITECO, el 44% de los plásticos españoles acaba en vertederos legales e ilegales. Greenpeace ha visitado varios de ellos en puntos como Valdemingómez, Riaza o Utiel. En este último, por ejemplo, depositan plástico seis empresas homologadas y adjudicadas por Ecoembes, la mayor de ellas, Saica Natur, miembro de su propio Consejo de Administración.

En plena naturaleza
Todos hemos visto envases plásticos tirados en un bosque o una playa (solo en mares y océanos, se calcula que cada año se concentran hasta 12 millones de toneladas de basura). Greenpeace ha visitado algunos de los puntos negros de nuestro país, donde miles de envases, que deberían estar reciclados, se descomponen al aire libre.

Incineradoras
Ecoembes habla de economía circular para referirse al plástico que se quema. Se supone que así generan energía. Sin embargo, es el peor sistema de gestión de residuos, ya que emite sustancias muy tóxicas (como dioxinas/furanos que causan cáncer) o metales pesados (como mercurio, cadmio y plomo) y gases de efecto invernadero, que agravan la emergencia climática.

Incendios
En los últimos ocho años ha habido más de 300 incendios en plantas de reciclaje y, al menos, 35 de ellas aparecen en los listados homologados por Ecoembes. De estas 35 plantas, 26 han sufrido más de un incendio y, algunas, hasta cinco. Unas reincidencias “sospechosas” que han llevado al Seprona a hablar de un índice de intencionalidad de, al menos, un 15%, y a las compañías aseguradoras a endurecer las pólizas.

Exportación
Si mal está dañar nuestro medioambiente, contaminar el de países con menor capacidad de gestión resulta aún peor. La normativa laberíntica y la falta de controles permite que algunos exportadores envíen plásticos al exterior impunemente. En Malasia, por ejemplo, Greenpeace ha demostrado la existencia de envases plásticos españoles en vertederos ilegales, como el de Jenjarom. No es el único caso, en otros países, como Indonesia o Ghana, también existen claros indicios de exportación.

Texto: Greenpeace   Fotos: Pedro Armestre