¿Cuándo dejó el aire de ser invisible?
La contaminación llegó y, por el momento, la situación no ha cambiado. El tráfico y las emisiones de las industrias son las causas principales de lo que la OMS ya ha calificado como uno de los mayores riesgos sanitarios mundiales, comparable al tabaco.
La contaminación atmosférica reduce la esperanza de vida, contribuye a la aparición de enfermedades cardíacas, respiratorias y cáncer y daña bosques y cultivos. Según un informe publicado en octubre de este año por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), la mala calidad del aire fue responsable de la muerte prematura de 428.000 personas en 41 países de Europa en 2014. Del total de muertes, 399.000 se registraron en la Unión Europea y 31.520 en España, por detrás de Alemania (81.160), Italia (79.820), Reino Unido (52.240), Polonia (48.690) y Francia (45.840).
Para la sociedad española, la contaminación ambiental ya es una de las principales preocupaciones medioambientales, solo superada por el cambio climático y la contaminación de mares y ríos, según una encuesta elaborada por el Instituto Ipsos para Greenpeace el pasado mes de noviembre.
Expertos y organizaciones coinciden: reducir el tráfico rodado en las ciudades y la emisión de sustancias contaminantes por parte de las industrias es la única manera para combatirla. “Con decisiones valientes e inversiones inteligentes en transporte más limpio, energía y agricultura, podemos enfrentar la polución y mejorar la calidad de vida”, señala el informe de la AEMA.
Cambio del modelo energético y agrícola
Texto: Ana Martínez