"El testamento solidario garantiza que, en el futuro, haya gente que siga cambiando el mundo"

Juan Ramón y Carlos tienen 59 y 52 años, respectivamente, y en 2022 decidieron que su testamento fuera solidario.

Escogieron a dos ONG y les legaron toda su herencia. Una de ellas es Greenpeace, entidad de la que Juan Ramón es socio desde 2017. Este matrimonio, que reside en un pequeño pueblo cercano a Madrid, asegura que lo suyo no son las manifestaciones ni “estar en primera línea”, así que el testamento solidario es su manera de ayudar a proteger el planeta.

¿Por qué decidisteis dar este paso?

Juan Ramón: No tenemos hijos ni intención de tenerlos. Así que queremos contribuir al cuidado del planeta, tener un impacto sobre el futuro, aunque sea modesto, una vez no estemos. Es raro pensar ya en la muerte y es triste de alguna manera, porque te hace pensar en despedirte. Pero a la vez es bonito.

Carlos: A mí me hace sentir muy bien. Nuestros familiares más directos son nuestros sobrinos, que ya tendrán las herencias de sus padres y tienen la vida resuelta. Pero hay mucha gente que no, y queremos que, cuando no estemos, nuestra herencia vaya para ellos.

¿Por qué escogisteis a Greenpeace?

J. R.: Queríamos una ONG que se preocupara por las personas y otra que luchara por el planeta. Y para esto no hay nadie mejor que vosotros. ¡O “nosotros”, porque que yo también aporto! Os sigo desde los años 70, con esas campañas heroicas del Rainbow Warrior. Greenpeace ha hecho una aportación al medio ambiente que ninguna otra entidad ha sido capaz de igualar.

C.: Yo os respeto mucho por toda la gente que se pone en primera línea y por cómo combatís a las grandes corporaciones. Algunas personas somos un poco más cobardes y no arriesgaríamos la vida, pero tenemos otras formas de ayudar. De alguna manera, el testamento solidario garantiza que, en el futuro, haya quien siga luchando y cambiando el mundo.

¿Cómo os hace sentir saber que en unos años Greenpeace podrá seguir su lucha gracias a vuestra ayuda?

J. R.: Más tranquilo. Yo soy docente y mi trabajo se basa en dejar huella en la gente que pasa por mis clases. Y me gusta saber que, cuando ya no esté, también dejaré huella de esta manera. Sé que es una aportación humilde, pero la aportación de muchos puede marcar la diferencia.

C.: Yo estoy convencido de que tendrá un buen uso. Es un depósito de confianza hacia Greenpeace.

¿Qué le diríais a alguien que estuviera pensando en hacer un testamento solidario?

C.: Que se lance. Quizás pensar en el fin de la vida da mal fario. Yo también tenía mis dudas, porque lo tradicional es dejar la herencia a tus seres más cercanos. Pero, cada vez que lo pienso, estoy más seguro de que es la opción adecuada.

J. R.: Además, fue muy fácil. Lo más complicado fue casi encontrar cita con el notario. Y tienes muchas opciones. No hace falta dejarlo todo, como nosotros: puedes dejar solo una parte y puedes revertirlo si cambias de idea. Es muy necesario, porque estamos en un momento crítico en que la solidaridad es más importante que nunca.

Texto: Sandra Vicente, periodista