Convicciones que se heredan

Tu vida ha sido tu mensaje al mundo.  Tus convicciones también. Tu amor a la naturaleza y todos los seres vivos que la habitan no se marchará contigo. Has sabido pertenecer y defender el planeta durante todos estos años.

Me llamo Patricia y me encantaría conocerte para contarte lo que, con tu apoyo, podemos hacer para hacer frente a esta emergencia climática. En mi experiencia, esta acción puede perpetuar tus ideas y perdurar en el futuro haciendo del planeta un lugar mejor. A través de un legado solidario con Greenpeace, tú puedes seguir dando fuerza y voz a quienes no se callan ante los destrozos naturales de los gobiernos o corporaciones sin escrúpulos, que ponen su beneficio económico por delante a la naturaleza.

Me encantaría conocerte, como hace unos meses conocí a María Teresa. Ella es una persona de hondas convicciones y una serena generosidad. A su lado me di cuenta de que todo ciclo puede cerrarse para abrir nuevos caminos, devolver lo vivido. María Teresa es el vivo ejemplo de cómo agradecer lo aprendido y transformarse. Los bosques de tu infancia, los paisajes en los que fuiste feliz, los animales que cuidaste, todo lo que es importante para ti, todo, forma parte de tu legado. 

En mi encuentro con María Teresa, me di cuenta de que podemos devolver lo vivido. A través de tu legado, Greenpeace haga suyo tu compromiso y luche por mantener tu legado intacto. Tus voluntades caben en todos los atardeceres. Con tu ayuda transformaremos el futuro del planeta.

Gracias por acordarte de nuestro querido planeta en un gesto tan íntimo y generoso, como es hacer testamento solidario a favor de Greenpeace.

Espero conocerte pronto y poder ayudarte.