El pasado mes de octubre se cumplió el 30 aniversario del accidente nuclear en Vandellós I (Tarragona), el más grave ocurrido en España (que podría haber sido “un segundo Chernóbil”) y que provocó el cierre de la central. Hoy, el reactor está cubierto por un “sarcófago” hasta 2028, cuando se procederá a su desmantelamiento total. A pesar de haberse declarado responsable a la empresa propietaria de la central (Hifrensa), la ciudadanía sigue pagando la custodia y el tratamiento de los residuos radiactivos generados. Las compañías eléctricas dejarán de pagar sus responsabilidades cuando cierren sus centrales nucleares, lo que ocurrirá en 2035 con el cese de la última, según el actual plan de cierre.

La lucha contra la emergencia climática debe implicar un cambio activo en las conciencias y puede ir mucho más allá de apagar las luces, moverse en bicicleta y una alimentación verde, local y de temporada. Ahora puedes controlar la electricidad que utilizas. Puedes pasar de ser un simple consumidor de la energía sucia que te suministran las compañías eléctricas a producir, consumir, comprar, vender y/o almacenar tu propia energía renovable. Greenpeace y la Fundación Finanzas Éticas ha recopilado estos proyectos en su web Alternativas de energía ciudadana contra el cambio climático para ayudarte a elegir la opción que más se ajusta a tu situación, ¡entra e infórmate!

La tasa de deforestación de la Amazonía se ha incrementado un 30% en el último año. Entre agosto de 2018 y julio de 2019 se han destruido 10.000 km², el equivalente a 1,4 millones de campos de fútbol. Es la mayor cifra desde 2008. Ante este grave escenario -con el aumento de incendios, deforestación, invasiones de áreas protegidas y violencia contra los pueblos indígenas-, el Gobierno brasileño no ha presentado ninguna política coherente para proteger el bosque y sus pueblos; al contrario, se ha posicionado del lado de los responsables de estos crímenes ambientales.

Las alternativas a los envases de plástico de un uso son solamente aquellos que se pueden reutilizar. No hay nada más. Frente a una industria que pretende captar al público concienciado con envases biodegradables, que no son soluciones reales para el medioambiente, el informe Tirando el futuro de Greenpeace cuestiona alternativas como el papel que solo trasladan el problema a otros ecosistemas como los bosques. El estudio desenmascara a los bioplásticos y recuerda que reciclar no es suficiente y que apenas se recicla el 25% de los envases plásticos (el resto termina en incineradoras, vertederos o directamente desperdigado por el medioambiente).

Activistas de Greenpeace escalaron dos plataformas petrolíferas en el campo de Brent (un importante depósito de petróleo y gas en el mar del Norte) en protesta pacífica contra los planes de la compañía Shell de abandonar en pleno mar del Norte fragmentos de antiguas estructuras con unas 11.000 toneladas de petróleo. Escoltados por el Rainbow Warrior, colgaron varias pancartas en las que se leía “Shell, ¡limpia tu desastre!” “y “Basta ya de contaminar los océanos”.  “El abandono de miles de toneladas de petróleo en hormigón envejecido significa que, tarde o temprano, se contaminará el mar”, aseguró el portavoz de Greenpeace Christian Bussau. El Gobierno de Reino Unido está dispuesto a aprobar los planes de Shell, frente a las objeciones de Alemania y las preocupaciones de la Unión Europea.

La regulación que evalúe los peligros de los plaguicidas para las abejas no termina de llegar. Mientras, las abejas y otros polinizadores siguen muriéndose expuestos a peligrosos plaguicidas que amenazan su supervivencia, vital para nuestra alimentación y para los ecosistemas. Aunque se avanza lentamente, la dirección es la correcta. El Parlamento Europeo ha respaldado la adopción de medidas más rigurosas para la protección de las abejas, entre ellas, que en la evaluación se tengan también en consideración las abejas silvestres y no solo las de la miel y que se analice la exposición crónica a los plaguicidas, propuestas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en 2013.

El pasado 1 de octubre, el planeta celebró una gran victoria: una enorme superficie de 300.000 hectáreas de bosque boreal en la región rusa de Dvinsky (al noroeste del país) logró ser protegida; es decir, un 42% del total de bosque que aún queda intacto en la zona (700.000 hectáreas).

En el año 2000, el tamaño del bosque de Dvinsky era superior a las 1.150.000 hectáreas; en 2019, casi el 40% de esa área había sido fragmentada debido a la explotación forestal. Los bosques boreales viejos acumulan varias veces más de carbono que los bosques secundarios, por lo que, tras muchos años de campaña de Greenpeace junto con diversas organizaciones, esta victoria es especialmente relevante.

Cada 5 de diciembre se celebra el Día Internacional del Voluntariado, un día para conmemorar a las miles de personas alrededor del mundo que anónimamente se convierten en superhéroes y superheroínas por la emergencia climática, por las desigualdades, por la paz, por el planeta.

Personas corrientes, como tú, que quieren AYUDAR, que aportan su grano de arena donando su tiempo, su energía y su saber para construir un futuro mejor. Gracias al voluntariado, podemos multiplicar nuestras voces, nuestras manos y agrandar este corazón que late con un mismo compás, conectándonos con una causa común: proteger la vida en la Tierra.

Gracias a todas las personas que son voluntarias y gracias al voluntariado de Greenpeace. Gracias, porque contigo somos imparables.