Esperanza en
el Mar de Alborán
Dos tercios del agua de mares y océanos (la mitad del planeta) son aguas internacionales en las que, por sorprendente que parezca, no existe regulación alguna sobre la protección de su biodiversidad.
Una realidad que podría cambiar a partir del próximo 2018 si, tal y como se ha acordado este verano en Naciones Unidas, se inician las negociaciones para pactar un futuro Tratado de los Océanos, que impulsaría la creación de reservas marinas, con el fin de garantizar la protección de las especies que las habitan.
Greenpeace lleva tiempo demandando este acuerdo global y, precisamente, días antes de esta resolución, se embarcaba en su buque Esperanza para recorrer el mar de Alborán pidiendo la protección de las aguas internacionales. Se trata de una zona única, por la coexistencia de especies atlánticas y mediterráneas, que la Convención de Diversidad Biológica de Naciones Unidas está en proceso de declarar EBSA (Área de Significancia Ecológica o Biológica).
Limitado por el estrecho de Gibraltar y el eje imaginario que une el cabo de Gata (Almería) con Orán (Argelia), este mar se encuentra amenazado por, entre otras cosas, haberse convertido en una de las rutas marítimas más transitadas del mundo. El cambio climático ya está ocasionando un aumento de la temperatura del agua y el impacto humano sigue creciendo. Cabe esperar que el próximo Tratado traiga esperanza a estas aguas.
Sabías que...
¿Conoces a tus vecinos cetáceos del Mar de Alborán?
- El rorcual comúnes la segunda ballena más grande del mundo y llega a medir más de 20 metros.
- Los zifios de Cuvier son los mejores buceadores entre los cetáceos. Alcanzan profundidades de casi 3.000 metros y pueden estar bajo el agua hasta 137 minutos.
- Los calderones negros son también llamados ‘durmientes’ ya que suelen cazar calamares por la noche y descansar en la superficie por el día.
- La respiración de los cetáceos es voluntaria, tienen que abrir y cerrar el espiráculo (el agujero que tienen sobre su cabeza) cada vez que quieren tomar o soltar aire. Si cayeran en un sueño profundo dejarían de respirar. Por eso duermen solo un hemisferio cerebral y luego el otro.
- Los cachalotes macho pueden alcanzar los 18 metros de longitud y las hembras entre 11 y 12. Un recién nacido mide unos 4 metros.
- Los delfines mulares, comunes y listados tienen en la parte delantera de su cabeza un órgano que llamamos ‘melón’ y que les sirve para enviar pulsos de sonidos que rebotan en sus presas y vuelven a ellos para poder localizarlas.
Protección a toda costa
Texto: Laura Chinchetru Fotos: Pablo Blazquez