Familia Greenpeace

Hace 17 años que Mamen (a la derecha en la foto) es socia y voluntaria de Greenpeace. Durante el confinamiento, tuvo la oportunidad de ayudar a Rosalía (a la izquierda), otra socia, con quien ahora disfruta de una bonita amistad.

Hace 17 años que Mamen (a la derecha en la foto) es socia y voluntaria de Greenpeace. Asegura que el voluntariado la ha ayudado a crecer, tanto en lo personal como en lo laboral, y que le ha cambiado la vida. Durante el confinamiento, tuvo la oportunidad de ayudar a Rosalía (a la izquierda), otra socia, con quien ahora disfruta de una bonita amistad.

¿Cómo fue tu primer contacto con Greenpeace?

A través de mi hermano, que era socio. Cuando llegaba la revista, la hojeaba y me gustaba lo que hacían. Entonces me hice socia y luego decidí ser voluntaria, porque quería implicarme más con la organización. He crecido con Greenpeace y forma parte de mi vida. 

¿Qué te aporta ser voluntaria?

Ser parte de Greenpeace me ayuda a seguir creciendo. En el ámbito personal, he aprendido mucho de los encuentros de los voluntarios y voluntarias. Me han enseñado a trabajar en equipo, a cooperar y a no competir. He desarrollado mis competencias y he aprendido con herramientas que desconocía. En lo laboral también me ha servido mucho. Siempre digo que estoy en deuda con la organización. De unos años acá, por ejemplo, he aprendido a ponerme “las gafas violeta”. Ha sido duro ser consciente de lo que hay, pero, una vez te las pones, ya lo ves todo muy claro. La cabeza te hace clic. 

Durante el confinamiento, estuviste ayudando a otra socia en Málaga.

En las primeras semanas, desde el área de socias y socios, surgió la idea de crear una red de ayuda entre personas socias mayores y dependientes y el voluntariado. En Málaga apareció Rosalía, una mujer que necesitaba apoyo, básicamente, alguien que le hiciese la compra semanal. Me presté a hacerlo yo. Todo fue sencillo y funcionó muy bien: me mandaba por WhatsApp la lista de la compra, y yo la hacía y se la llevaba a casa. Surgió una amistad muy bonita.

¿Cuál es la relación actual con Rosalía?

Hablamos por mensajes y nos llamamos para contarnos cosas o hablar de política. Un día, me dijo que nunca olvidaría lo que yo había hecho por ella, y eso me llegó al corazón. Yo le dije que, para mí, había sido un placer haber formado parte de esa red y haber podido ayudarla en esos momentos tan duros.

¿Qué te aportó esta experiencia?

Me di cuenta de que podíamos funcionar de otra manera, de que hay que huir de las dinámicas del egoísmo. Hay que fomentar las redes de apoyo mutuo y cuidarnos los unos a los otros. Y para eso no es necesario conocerse.

¿Qué es lo que más valoras de Greenpeace?

Que es una organización independiente, y eso me gusta mucho.

¿Cómo animarías a la gente para que se acercara a nuestra organización?

Invitaría a hombres y mujeres de cualquier edad a que se acercaran a las actividades que organizamos. No hace falta dedicarle mucho tiempo; cada uno se gestiona como quiere y puede, pero, por poco que sea, ya significa mucho