"Hacer un testamento solidario significa dar más vida a la vida, aunque ya no estés"

Existen muchas maneras de apoyar a Greenpeace. ¿Por qué te animas a hacer un testamento solidario?

Desde jovencita, he tenido interés en mantener nuestro planeta sano y creo que hay que luchar por ello como sea. Así que, como no tengo herederos forzosos, decidí que iba a testar a favor de las organizaciones de las que soy socia, para que esa ayuda no fuera para mi línea sanguínea, sino para mi planeta. Quiero que este gesto sirva para que las generaciones futuras puedan disfrutar de la Tierra como yo lo he hecho y, sobre todo, para que tengan un planeta en el que vivir.

Hay mucho desconocimiento sobre el testamento, pero es un trámite sencillo. ¿Cómo fue tu experiencia?

Generalmente, no estamos debidamente informadas, pero es una gestión muy simple. Además, tuve mucha asistencia por parte de los colegiados que ayudan en estos asuntos, que se aseguran de que se cumpla tu voluntad y esta quede clara. También es importante decir que lo que pongas en tu testamento hoy siempre se puede modificar tantas veces como quieras.

Es un gesto sencillo y con un gran impacto: en Greenpeace, los testamentos solidarios garantizan nuestra imparcialidad e independencia. ¿Cómo te sentiste después de hacerlo?

Me sentí mucho más humana, con un gran sentimiento de compromiso y llena de alegría, al poder ratificar una voluntad de futuro en la que voy a dar más vida a la vida, aunque yo ya no esté. Cuando pensamos en el futuro, solo lo concebimos mientras vivimos, pero la muerte es una realidad de la que también se puede sacar provecho. Todo lo que hemos conseguido en vida puede tener un propósito y podemos seguir trabajando por el mundo que queremos aun cuando ya nos hayamos ido. Y dárselo a una ONG que trabaja por el medio ambiente es lo que mejor define la idea de la solidaridad, porque, sin planeta, no hay humanidad.   

Si quieres más información sobre cómo hacer un testamento solidario, llámanos al 900 535 025 o escribe a justine.huppert@greenpeace.org