Ocupamos una plataforma petrolífera de Shell
El pasado 31 de enero, cuatro activistas de Greenpeace Internacional subieron de forma pacífica a un barco contratado por Shell para transportar una plataforma de extracción de gas y petróleo desde Canarias a Noruega. Esta acción tuvo lugar en alta mar, al norte de la costa canaria; varios días más tarde, a mitad de camino, otros dos escaladores se unieron al primer grupo. La plataforma podrá extraer hasta 45.000 barriles de petróleo equivalentes al día (en torno al 10 % del consumo del transporte en España) durante los próximos 20 años.
Al cabo de 13 días de viaje, y habiendo recorrido casi 4.000 kilómetros, los seis activistas desembarcaron en el puerto noruego de Haugesund.
El objetivo era reclamar a Shell que asuma sus responsabilidades en la crisis climática, abandone su negocio basado en contaminar y pague las pérdidas y daños a los países más azotados por los eventos climáticos extremos. Dos días después del inicio de la protesta de Greenpeace, Shell anunció beneficios récord en 2022: casi 40.000 millones de dólares.
No se trata solo de que Shell se puede permitir pagar. Es una cuestión de justicia: debe dejar de contaminar y pagar por la destrucción que está causando. Shell y la industria de los combustibles fósiles en general tienen que dejar de perforar y comenzar a contribuir. De una forma u otra, haremos que quienes contaminan paguen.
Texto: Alice Russell y Matthew Kemp / Greenpeace