Familia Greenpeace

Aunque Marta Amaro Calatayud solo tiene 17 años, sus inquietudes medioambientales vienen de lejos. Desde niña ha soñado con poner su creatividad al servicio de un planeta verde, y ha decidido estudiar en Países Bajos mecatrónica –una combinación de ingeniería mecánica, electrónica e informática– para desarrollar productos sostenibles.

¿Por qué has elegido Greenpeace para luchar por el planeta? 

Principalmente porque es una organización independiente que vela por el bien común sin dejarse llevar por los intereses de unos pocos y con la que comparto todos los propósitos.

¿Te ha inspirado la organización para elegir una carrera profesional directamente relacionada con la sostenibilidad? 

Desde pequeña he tenido curiosidad por la ciencia, las matemáticas y la tecnología. La ciencia nos enseña conceptos como la Divina Proporción, que vemos una y otra vez en la naturaleza. Es ahí donde Greenpeace coincide con mi manera de ver la vida: somos un conjunto indivisible y nunca podremos avanzar si dejamos nuestro planeta atrás. De otra manera perderemos el suelo en que caminamos y el aire que respiramos.

¿Qué inventos querrías descubrir para contribuir a esa sostenibilidad? 

En un futuro me gustaría ser capaz de perfeccionar los procesos de fabricación o reciclaje de productos tecnológicos, encontrar un equilibrio entre el medio ambiente y los aparatos electrónicos. 

¿Cuáles son los logros de Greenpeace más importantes para ti?

Pasarela Detox, porque es un avance enorme conseguir que grandes empresas del textil se involucren en el proyecto y fabriquen moda sostenible y sin productos tóxicos. También es un gran logro haber conseguido que el Tribunal Supremo aceptara el recurso de Greenpeace contra el Gobierno español por inacción climática. 

¿Cuál crees que es el papel de los jóvenes en la organización? 

Afortunadamente, cada vez somos más los que creemos en esta causa. Desde la individualidad creamos una responsabilidad colectiva en la que cada pequeño gesto suma en una gran acción en común. Los jóvenes actuamos, nos movemos, somos partícipes del cambio.  

¿Qué les dirías a otros coetáneos preocupados por la crisis climática que pueden encontrar en la organización?

Que Greenpeace muestra la importancia de nuestras acciones frente a la crisis climática y nos da voz. Un ejemplo es el Lurra Festival, donde se premia a las películas que reflejan la visión de los jóvenes sobre el cambio climático. En definitiva, en Greenpeace encontramos personas que aportan argumentos científicos para luchar contra la crisis climática, la denuncian y buscan soluciones. 

Texto: Graciela Rodríguez, periodista