¡Volveremos a devolver el casco!
Ha sido una larga y ardua batalla, pero el pasado 22 de noviembre se conseguía un importante paso en la lucha contra la contaminación de plástico. El anuncio del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sobre incumplimiento actual de la tasa de recuperación de botellas de bebidas de plástico supone un primer paso para el establecimiento obligatorio del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) para envases domésticos de un solo uso. Una medida que Greenpeace reclama desde hace más de 15 años y con la que se podría recuperar hasta el 90% de los residuos, frente al 40% actual.
“Como hemos denunciado reiteradamente, Ecoembes lleva años mintiendo sobre la gestión que realizan, generando unos daños ambientales irreversibles. Poder devolver el casco otra vez es, sin duda, una buena noticia para nuestro maltrecho medioambiente”, celebra el responsable de la campaña de plástico de Greenpeace, Julio Barea.
La implantación de un sistema de este tipo resulta especialmente necesario en un país como España, donde a diario se ponen a la venta más de 51 millones de envases de bebidas. De esta cantidad, 30 millones cada día no se reciclan, y terminan contaminando el medio ambiente (enterrados, quemados o abandonados en campos, ríos, playas…). De hecho, el 40% del plástico que llega al mar procede de envases de bebidas. En la actualidad, solo el 11% de los residuos se reciclan en nuevos productos.

Pero ¿qué es el SDDR?
- El sistema consiste en un ligero incremento en el precio (de entre 10 a 20 céntimos) de aguas, cervezas, zumos y refrescos —los productos que más consumimos fuera del hogar— que el consumidor recupera íntegramente cuando retorna las latas, botellas o briks a la tienda para su correcta reutilización o reciclaje.
- El SDDR está destinado a la recuperación y tratamiento de aluminio, plástico y briks. Aunque los envases de bebidas son los más frecuentemente tratados con este sistema, en teoría, puede aplicarse a cualquier envase, colillas de tabaco, cápsulas de café…
- La devolución del envase puede ser manual en los propios establecimientos de distribución, por lo que no es necesario la instalación de puntos de recogida. Aunque, por comodidad y rapidez, es probable que las grandes superficies opten por disponer de máquinas de recogida de envases.
- Junto al ahorro de costes medioambientales y económicos, el sistema abre la puerta al uso masivo de envases reutilizables, crea nuevos empleos, descontamina el medio ambiente de residuos plásticos y apuesta por una economía circular. Además, por fin se aplicará a las empresas contaminantes la máxima de quien contamina, paga.
- La labor del Gobierno es la de legislar y supervisar el funcionamiento del modelo. Los envasadores y los supermercados, por su parte, gestionan asumiendo al 100% su responsabilidad.
- El sistema ya se está usando con éxito en 50 países y regiones de todo el mundo, como Canadá, Australia o varios estados de EEUU, así como en 16 países en Europa.
- Para que resulte realmente efectivo, Greenpeace considera necesario incorporar lo antes posible los envases de vidrio y apostar por recipientes estándares que permitan el rellenado y la reutilización.
Para Eva Saldaña, directora de Greenpeace, “sólo podemos felicitarnos por esta victoria, que consideramos en buena parte nuestra y de los colectivos que lo hemos batallado durante años. Ahora estaremos vigilantes para que el nuevo sistema funcione y sirva para proteger a la ciudadanía y al medio natural de la avalancha plástica”.
Texto: Gema Lozano Fotos: © Greenpeace