Quien contamina ¿pagará por fin?

Imagen de Eva Saldaña © Greenpeace

Será difícil recordar en un futuro 2024 sin que a nuestra memoria acudan las terribles imágenes y nefastas consecuencias del paso de la DANA por el este del país el pasado 29 de octubre. Las más de 220 víctimas mortales constituyen, sin duda, la secuela más dolorosa e irreversible de esta tragedia que los supervivientes tardarán en superar. 

Pérdidas de vida a las que se suman los inmensos daños materiales y sociales, así como los ambientales, estos últimos principalmente en los campos de agricultura familiar y la zona de l’Albufera. Mientras las medidas para subsanar tanta devastación ya se han puesto en marcha, surgen dos preguntas ahora: ¿se llevarán a cabo también las necesarias para evitar más catástrofes como la acontecida? ¿será esta una reconstrucción verde y justa?

La cuestión no es baladí. Porque pese a las insistentes advertencias sobre la emergencia climática de voces como la de Greenpeace, las grandes empresas de combustibles fósiles siguen sin tomar las medidas necesarias para reducir sus emisiones y sin pagar las consecuencias del cambio climático del que son las principales responsables. La inacción de los gobiernos sigue siendo su principal aliado en este sentido. 

Un ejemplo palpable tuvo lugar en la 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima, COP29, que se celebró en noviembre en Bakú, donde la dejadez y falta de ambición de los países más ricos permitió un objetivo final de financiación que claramente resulta insuficiente para que la población más vulnerable pueda hacer frente a la crisis climática. 

Bakú dejó algún atisbo de esperanza porque, pese a la presión de los destroyers, se evitaron retrocesos en relación a los pactos alcanzados en la COP28 para dejar atrás los combustibles fósiles. Y también por el acuerdo para el desarrollo de una hoja de ruta para aumentar la financiación en la COP30 con el objetivo de que, por fin, quien contamine, pague. 

Mientras tanto, en Greenpeace España rematamos el año de nuestro 40 aniversario manteniendo abiertos todos nuestros frentes y celebrando los objetivos conseguidos en estos meses y de los que nos hacemos eco en este nuevo número de nuestra revista. Entre ellos está la aprobación del sistema de devolución y retorno de envases, una victoria histórica por la que llevamos peleando más de una década y que supone un paso esencial frente a la pandemia silenciosa de plásticos. Logros que nos alientan a arrancar 2025 con más fuerza y esperanza, si cabe.

 

Resistimos y persistimos ¡Feliz año!

 

Eva Saldaña

Texto: Eva Saldaña   Fotos: © Greenpeace