Desde Mr. Burns a Lex Luthor: los peores villanos contaminantes del cine

Desde las profundidades de la estupidez hasta las alturas de la malicia calculada, hemos recopilado una lista de los peores delincuentes del medio ambiente en el mundo del cine.

Ilustracion de villano en formato comic

Brawndo, la Corporación que destruyó el medioambiente en ‘Idiocracia’

La película Idiocracia (2007) proyecta un futuro en el que la estupidez humana ha alcanzado niveles estratosféricos. Una de las consecuencias es el uso de la bebida energética Brawndo como sustituto del agua en la agricultura. Esto afecta al ciclo del agua y la fertilidad del suelo, provocando una crisis alimentaria.
«Nos estamos quedando sin papas fritas y relleno para burritos», llega a decir Camacho, exactor porno y presidente de los Estados Unidos.
La empresa Brawndo es un ejemplo de la codicia empresarial que prioriza los beneficios económicos “aquí y ahora” sobre las consecuencias ambientales de sus acciones. Una cultura empresarial auspiciada por Gobiernos que menosprecian la cultura científica y se arrodillan ante las corporaciones. ¿Te suena familiar?
Ethan Coen, guionista del film, ha dicho que nunca imaginó que Idiocracia se convertiría en un documental. No es raro. La institución Edge.org, que reúne a prestigiosos científicos, ha declarado que el mayor desafío al que se enfrenta nuestro planeta es el crecimiento de la estupidez y la cultura anticientífica.

Dr. Maligno y sus caprichosos y perversos planes antiecológicos

El Dr. Maligno de la saga Austin Powers es un genio loco con planes aún más locos. Nos recuerda a un niño grande que construye ingenios mecánicos como otros niños y niñas montan Legos. Un niño caprichoso que desea “malditos tiburones con malditos rayos láser pegados a sus cabezas”. Un niño resentido con el mundo porque no encuentra reconocimiento: sus planes maquiavélicos tienen como fin llamar la atención.
Afortunadamente para el mundo, su secuaz Número 2 actúa como Pepito Grillo y con frecuencia lo disuade de sus planes, como perforar la capa de ozono con un láser para aumentar el cáncer de piel. Por desgracia, la industria, la agricultura y los productos químicos nocivos ya lo hacen por el Dr. Maligno.
Sin embargo, el Número 2 no impide que el Dr. Maligno instale una cabeza nuclear en el núcleo de la Tierra con la intención de detonarla y provocar erupciones volcánicas. Afortunadamente, Austin Powers frustra este plan que podría haber causado catástrofes, alterado el campo magnético de la Tierra y afectado gravemente los patrones climáticos.
Más adelante, Austin Powers evita que el Dr. Maligno atraiga un meteorito hacia la Tierra y provoque una catástrofe similar a la que acabó con los dinosaurios.
Debemos preguntarnos si los extravagantes planes del Dr. Maligno son más rabietas de niño que acciones de un genio malvado. En cualquier caso, un ejemplo de la Ley de Hanlon: “Nunca atribuyas a la malicia lo que puede ser adecuadamente explicado por la estupidez”.

Lex Luthor, la ambición y la astucia desmedida

Luthor es responsable de planes malévolos para beneficio propio o para destruir a Superman. En cualquier caso, estos planes con frecuencia conllevan la explotación criminal de la naturaleza.
El Luthor interpretado por Gene Hackman es un ejemplo de que el dinero es una droga para el cerebro. Nunca parece satisfecho, aunque es uno de los hombres más ricos del planeta. Por ello, pretende detonar una bomba nuclear para hundir la costa de California y vender sus propias propiedades en el desierto. Los compradores disfrutarán en primera línea de playa de los resultados de la explosión nuclear.
Mientras que el Luthor interpretado por Gene Hackman es un ejemplo de la codicia sin límites, la versión de Kevin Spacey no se queda atrás en su despreocupación por las consecuencias medioambientales. Este Luthor crea una isla artificial utilizando cristales de kryptonita sin importarle que cause terremotos, maremotos, así como la destrucción de ecosistemas marinos.

El Sr. Burns

A pesar de los crímenes medioambientales de Luthor, este villano simplemente toma lo que quiere. Si buscamos a un enemigo declarado de Gaia, recordemos al Sr. Burns, de Los Simpson, que opina así del reciclaje:
“¡Así que la Madre Naturaleza necesita un favor! ¡Bueno, quizás debería haber pensado en eso cuando nos azotaba con sequías e inundaciones y monos venenosos! ¡La naturaleza inició la lucha por la supervivencia y ahora quiere rendirse porque está perdiendo! ¡Bueno, yo digo que se joda”.
Así, cuando el Sr. Burns descubre que una malla de plástico para seis cervezas puede atrapar un pez, tiene la idea de coser un millón de estas mallas para pescar un millón de peces, acabando con los bancos de pesca de Springfield.
Otros delitos del Sr. Burns contra la naturaleza incluyen la caza de especies protegidas; la extracción ilegal de petróleo, lo que provocó el derrumbe de edificios y la emanación de gases tóxicos, y la destrucción de bosques para levantar edificios mastodónticos, llegando incluso a destruir un santuario de abejas.
Aunque, sin duda, la central nuclear es la fuente principal de los delitos del Sr. Burns. El manejo de los desechos nucleares provoca mutaciones como el pez Guiñitos, conocido por tener tres ojos. Para eludir responsabilidades, el Sr. Burns contrata un anuncio en el que un actor interpreta a Charles Darwin y afirma que el tercer ojo de Guiñitos es una obra de la naturaleza en busca de un superpez.

Estos villanos muestran cómo la codicia empresarial, la ambición desmedida y la desconsideración por la naturaleza pueden tener consecuencias devastadoras para el medio ambiente y la salud humana. Lo triste es que estos villanos no existen solo en la ficción, las grandes empresas energéticas, textiles y de alimentación son el ejemplo real de cómo sus beneficios económicos van por encima de los de la sostenibilidad de la vida en el planeta.

Texto: Javier Meléndez