Tú haces Greenpeace
Justine Huppert, responsable del testamento solidario de Greenpeace
“Tu legado puede seguir luchando por el planeta”
Desde los valles del Pirineo francés hasta la oficina de Greenpeace, su camino ha estado marcado por un vínculo profundo con la naturaleza. Hoy, acompaña a personas que quieren dejar una huella más allá de su vida, un legado que siga defendiendo el planeta.
Su camino hacia Greenpeace nació en la falda de los Pirineos franceses. Allí, rodeada de bosques y valles, Justine Huppert forjó una relación íntima con la naturaleza que muy pronto se transformó en conciencia. “Fui consciente de la destrucción del medio ambiente y de las amenazas a las que se enfrentan nuestros ecosistemas”, explica. De esa indignación nació su compromiso con los movimientos ecologistas.
Años más tarde, su vinculación con la organización dio un paso más. Lo que no imaginaba entonces era que acabaría especializándose en una de las formas más poderosas, y a la vez desconocidas, de colaborar: el testamento solidario. “No fue algo planeado —admite—, surgió de forma espontánea. Siempre me ha gustado crear puentes, construir relaciones y vínculos entre personas y causas, pero también entre generaciones”. Ese impulso vital encontró en los testamentos solidarios un terreno fértil para crecer, una manera de transformar los valores en legado, el compromiso en continuidad. “Es un rol que me motiva mucho porque creo que esta forma de colaboración tiene un poder profundamente transformador”. Y añade una frase que resume toda su filosofía. “No heredamos la tierra de nuestros antepasados, sino que la tomamos prestada de las generaciones futuras.”
Para ella, estamos viviendo un momento crucial, una ventana de oportunidad única. “Las decisiones que tomamos hoy como sociedad serán determinantes para las generaciones futuras y toda la vida que habita este planeta”. Según Justine, acompañar ese legado generacional desde Greenpeace es absolutamente apasionante.
“No heredamos la tierra de nuestros antepasados, sino que la tomamos prestada de las generaciones futuras.”
Un gesto que deja raíces
¿Qué mueve a una persona a hacer un testamento solidario? Cada historia es única, pero hay algo que muchas comparten: el deseo de que sus valores sigan vivos en el tiempo. “Hace poco una socia me dijo que había vivido toda su vida defendiendo la naturaleza y ahora quería que su legado siguiera protegiéndola”. Y hacer un testamento solidario es eso, es plantar una semilla que germinará en el futuro. Un gesto sencillo, pero con un gran impacto, que ayuda a preservar bosques, mares, aire limpio, biodiversidad y justicia climática. “Es un acto de libertad y responsabilidad. Permite decidir qué queremos que ocurra con lo que hemos construido a lo largo de toda nuestra vida.”
Para muchas personas, esta decisión aporta paz. “Saber que su legado seguirá luchando por el planeta les permite cerrar un círculo vital con fuerza y coherencia.”
Aunque pensar en un testamento puede generar incertidumbre o incluso miedo, el proceso es más accesible de lo que parece. “En Greenpeace ofrecemos un acompañamiento para quien lo necesite durante todo el proceso —aclara—. “Ayudamos a resolver dudas, explicar las opciones legales que existen y a que todo quede reflejado con claridad y conforme a la voluntad de cada uno.”
Las consultas que reciben son muy diversas. Van desde personas que se acercan con curiosidad hasta casos más complejos que requieren asesoramiento jurídico. En todos los casos, el compromiso es el mismo, “garantizar que la voluntad de cada persona se pueda cumplir de forma fiel, eficiente y con el mayor impacto posible.”
Ese impacto se traduce, a largo plazo, en campañas transformadoras, en acciones valientes que marcan la diferencia en la defensa del medio ambiente y la paz. Además, recuerda, las herencias y legados solidarios son fundamentales para Greenpeace. “Son esenciales para mantener nuestra independencia política y económica, y para planificar y actuar a largo plazo”.
“Saber que su legado seguirá luchando por el planeta les permite cerrar un círculo vital con fuerza y coherencia.”

Romper el tabú
En los últimos años, el interés por el testamento solidario ha crecido notablemente. “Cada vez más personas se interesan en esta forma de colaborar, y los perfiles cambian, ya que también se acercan más jóvenes, más familias”. Sin embargo, sigue habiendo muchas creencias erróneas. “Pensamos que hacer testamento es caro, complicado, que hace falta un gran patrimonio o que perjudica a los herederos o herederas”. Nada más lejos de la realidad. “En España hacer un testamento es un procedimiento sencillo y económico, cuesta en torno a unos 50 euros y se puede hacer en cualquier notaría.”
Además, se puede modificar tantas veces como se desee, y hacerlo solidario es perfectamente compatible con cuidar de los seres queridos. “No hace falta un gran patrimonio para dejar un legado a Greenpeace. Cualquier aportación tiene un gran impacto”, explica Justine. Otra ventaja poco conocida es que las ONG no pagan impuestos por las herencias o legados que reciben, lo que significa que la totalidad de lo que se dona llega a su destino. “Con muy poco se puede hacer mucho”.
Hay muchas formas de cuidar el planeta. Y una de ellas, posiblemente la más silenciosa, poderosa y transformadora, es decidir que tu legado también luche por él.
Si quieres saber más sobre el testamento solidario, pincha aquí, llama al 900 535 025 o escribe a justine.huppert@greenpeace.org
Texto: Greenpeace Fotos: © Greenpeace